martes, enero 15, 2008
Verano del 2008
Aquí estamos con mi hermana en la piscina de mi casa. No se nota, pero eran 34 grados los que debimos soportar, cuando ya nos íbamos a derretir, salió Él, mi príncipe Pedro, y me salvó de la insolación. El romance sigue emocionante. Puedo decir que la felicidad ha durado mucho y quiero que se sostenga en el tiempo. Deseo para todos, que también se sientan delirando acalorados, veraniegos y amantes intensos de la vida como me siento yo.
